10 consejos para elegir las mejores luces de cultivo LED

A lo largo de los años, los cultivadores de interior han utilizado muchos tipos diferentes de fuentes de luz artificial para lograr las mejores cosechas. El consenso de la industria ahora se ha unido en torno a la iluminación LED, que ha superado a otros tipos de lámparas de cultivo debido a su versatilidad, eficiencia y rentabilidad. Pero elegir las luces de cultivo LED adecuadas para las plantas de cannabis requiere considerar varios factores clave. ¡Los analizamos a continuación!

Como ocurre con muchas tecnologías cuyo uso se populariza, la opinión está dividida. Incluso con luces de cultivo LED modernas, de alto rendimiento y altamente eficientes, algunos cultivadores son devotos conversos, mientras que otros aún no están convencidos. Si bien puede llevar algún tiempo seducir a todos, no se puede negar que las luces de cultivo LED son una perspectiva emocionante, probablemente la tecnología de iluminación del futuro. Y hay mucho que considerar al elegir la mejor luz de cultivo LED. Por eso nos hemos puesto manos a la obra para analizar todo lo que debes buscar a la hora de adquirir una de estas luminarias para tu plantación de marihuana en interior.

1- Busca siempre calidad en los materiales

La durabilidad es una de las mejores características de la iluminación LED. Con un mantenimiento regular, un sistema LED de calidad debería durar un mínimo de cinco años, con una vida útil que va de 50.000 y 100.000 horas de uso continuo. Varios factores contribuyen a la durabilidad, incluidos los mecanismos técnicos para eliminar el exceso de acumulación de calor o las carcasas de las luminarias que resisten la corrosión en ambientes húmedos. Así que busca siempre modelos de fabricantes que utilicen materiales resistentes, de alta calidad y que ofrezcan una sólida garantía sobre sus productos.

2- Conoce la PAR para determinar la potencia y el consumo

En el pasado, los productores sólo se centraban en los vatios (W) para medir el consumo de energía. Por ejemplo, si consideramos un sólo dispositivo de 1000 W, significa 1 kW de consumo de energía por hora. Normalmente, para sacar el mejor rendimiento del cannabis, se recomienda una potencia de luces LED partir de 150-200 W por metro cuadrado, niveles que son suficientes para plantas hambrientas como la marihuana.

Pero, contrariamente a la creencia popular, una mayor potencia no es la mejor manera de evaluar cuánta energía consume una luz LED. La verdadera medida de la potencia se reduce a la cantidad de luz que la propia planta necesita absorber, catalogada como PAR, que significa Radiación Fotosintéticamente Activa, es decir, la parte del espectro de radiación electromagnética (luz) que es útil para que las plantas activen la fotosíntesis.

PAR es similar a los lúmenes en que ambos miden el brillo. Pero mientras que los lúmenes miden el brillo basándose en cómo el ojo humano percibe la luz, PAR mide toda la luz en el espectro visible que tus plantas realmente pueden usar.

Las lámparas más eficientes para el cultivo son aquellas que más fotones PAR emiten (medido en micromoles) por cada vatio de electricidad consumido. Si las lámparas HPS más eficientes producen entre 1,4 y 1,8 µmol/W, los mejores LED llegan casi a doblar esta eficiencia, alcanzando 2,8 µmol/W. Prácticamente hace falta la mitad de electricidad para producir la misma cantidad de fotones PAR con un LED de última generación que con una bombilla HPS.

3- Ten en cuenta las longitudes de onda y los espectros de luz que las plantas necesitan

Si bien obtener la potencia lumínica necesaria es muy importante para tus plantas, el espectro de luz que reciben también lo es. Las plantas de exterior evolucionaron para crecer bajo la luz solar natural, que produce todos los colores del espectro. Por lo tanto, las mejores lámparas de cultivo tienen una luz de espectro completo para imitar mejor la luz solar natural y optimizar el crecimiento de las plantas.

Dentro del espectro completo, cada longitud de onda (color) es responsable de un efecto diferente. La luz azul y roja son los colores más destacados, ya que el azul impulsa la robustez durante la etapa vegetativa. La luz roja ayuda a las plantas a estirarse y florecer en la etapa de floración. Sin embargo, las plantas también utilizan otros colores; por ejemplo, la luz verde, que es muy efectiva para penetrar el dosel de la planta. Además, la luz infrarroja y la luz ultravioleta también son importantes para estimular la producción de resina. Por lo tanto, lo óptimo es utilizar una luz de espectro completo que utilice una combinación de todos los colores en todas las etapas de crecimiento. En el caso de las lámparas LED de cultivo para plantas de interior, algunos modelos específicos también pueden incluir diodos emisores de luz ultravioleta en su diseño.

4- Busca siempre una baja producción de calor

Este es uno de los puntos más importantes a la hora de elegir la iluminación LED. Si vives en un lugar con veranos calurosos, no puedes ignorar la temperatura. Pero también existen otros motivos: durabilidad y protección de las plantas. En comparación con los sistemas tradicionales de descarga de alta intensidad (HID), las luces de cultivo LED suelen estar más cerca del dosel vegetal para aumentar la intensidad de la luz en la superficie de la hoja, ya que emiten muy poco calor. Esto es ventajoso si tienes limitaciones de espacio y también garantiza una penetración y exposición óptimas. Una luz LED bien equilibrada convierte poca energía en calor y tiene un sólido sistema de disipación térmica incorporado para evitar que se quemen las hojas o impedir que la lámpara se sobrecaliente, lo que permite a la vez ahorrar en equipamiento de climatización para refrigerar el cultivo.

5- Considera la calidad de los diodos y la eficiencia de la luz

El chip semiconductor/diodo LED convierte la electricidad en luz, pero también determina la longitud de onda de la radiación. Se recomienda utilizar diodos LED de al menos 3 W de potencia. A menor potencia, la intensidad de la luz será insuficiente. El estándar para medir la eficiencia de la luz es micromoles/julio. En los listados de productos, lo verás escrito como μmol/J o PPF (flujo de fotones fotosintéticos), que es la cantidad de fotones fotosintéticamente activos emitidos por una fuente de luz por cada julio de energía eléctrica que consume.

Las mejores luces de cultivo LED tienen un PPF alto porque producen más fotones por segundo, por lo que también puedes encontrar el PPF medido en μmol/s. En términos generales, las luces LED económicas funcionarán entre 0,8 y 1,5 μmol/J, mientras que otras luces más caras pueden alcanzar índices de eficiencia que son el doble.

Además de PPF, los usuarios también pueden ver mediciones en μmol/m2/s o PPFD (densidad de flujo de fotones fotosintéticos). Esto suena técnico, pero todo lo que necesitas saber como cultivador es que el PPFD mide la cantidad de fotones que llegan a la superficie de una planta por segundo. Es necesario medir PPF y PPFD en el mismo plano a diferentes alturas para conocer la intensidad de la luz a diferentes niveles. Como referencia, el cannabis necesita las siguientes PPFD para prosperar:

  • PPFD Etapa de Plántulas/Esquejes:  200 a 400 µmol/s/m²
  • PPFD Etapa de Crecimiento 400 a 600 µmol/s/m²
  • PPFD Etapa de Floración 600 a 1000 µmol/s/m²
  • Si utilizas CO2: Hasta 1.000 µmol/s/m² en crecimiento y hasta 1.500 µmol/s/m2 en floración

6- Presta mucha atención a la distribución de luz en tu espacio de cultivo

A la hora de comprar un LED, el área a iluminar es un factor crucial, porque determina el número de luces LED que necesitas. Si tienes muchas plantas en cada bandeja de cultivo, simplemente no basta con tener la intensidad de luz adecuada en un sólo punto. Cada parte del dosel debe recibir la cantidad correcta de fotones. Idealmente, la intensidad de su PPFD debería ser la misma en toda la superficie del dosel vegetal. De lo contrario, tus resultados serán tremendamente inconsistentes, con cogollos grandes aquí y allá y déficits de ellos en otros espacios.

Así que lo primero que debes hacer es medir el tamaño exacto de tu espacio de cultivo. Luego, observa las capacidades de iluminación de la lámpara. Por ejemplo, la Versión 2.0 de la conocida gama "Q" de Pure LED, con sus 4 diferentes modelos, es muy indicada para cubrir todas las áreas de cultivo, desde pequeños espacios de 0,5 m2 hasta largas extensiones interconectando múltiples luminarias, así como para combinarla con los diversos tamaños de armarios de cultivo existentes en el mercado.  

7- No te olvides del ángulo del haz de luz

Además del área a iluminar, el ángulo de apertura del haz también importa, ya que la distribución y la penetración de la luz en las plantas se convierte en un punto a considerar. El ángulo del haz que elijas depende de la cantidad de superficie que desees iluminar y de la intensidad que quieras que tenga la luz a en función de la distancia a la fuente. Distribuir la luz de la forma más amplia puede ser la solución más fácil y proporciona en muchos casos buenos resultados, pero puede no ser lo ideal en cuanto a la penetración de la luz en la profundidad del cultivo. Así, un ángulo pequeño reduce el área de cobertura, pero ofrece más PAR para las plantas, al estar la luz más focalizada. Un ángulo más grande amplía la huella lumínica general, pero reduce la densidad de luz entregada a las plantas.

Una cifra recomendable es utilizar luces LED con un patrón de haz de 120° y sin ópticas secundarias para eliminar todas las posibles pérdidas de eficiencia, ya que funciona muy bien para una distribución óptima de la luz en entornos con altura de montaje limitada (como ocurre con los armarios de cultivo), lo cual es ideal si deseas colocar tantas plantas como sea posible dentro de un área de cobertura específica.

8- Premia la facilidad de uso y la flexibilidad

El equipo de iluminación tradicional requiere, como mínimo, la compra de un balastro, un reflector y lámparas. Este no es el caso de una luz de cultivo LED, pues es una unidad única que suele estar compuesta por un panel delgado con chips LED, lente óptica y alimentación integrada. Esto es lo que colgarás y enchufarás. A veces es necesario ajustar la posición de la luz según el tipo de planta y la etapa de crecimiento, por tanto, las luces LED de alta calidad no sólo son eficientes, sino también sencillas de usar, lo que permite ajustar la altura fácilmente. Incluso existen luces LED auxiliares que pueden colgarse verticalmente, como las de la gama P-LED. Así que, después de abrir el paquete, busca siempre productos que sean fáciles de instalar y más fáciles de mantener.

9- Las funciones adicionales son una ventaja

Si bien no son una necesidad, siempre es bueno tener en cuenta las funciones complementarias de una luminaria. Muchas luces LED son regulables, lo que brinda un control total sobre la intensidad de la luz, como ocurre por ejemplo con Pure LED PRO V2.0, donde la intensidad lumínica es ajustable a través de un controlador incorporado en 5 pasos (0-25-50-75-100%). Los Pure LED también pueden ser operados en cadena por un controlador externo (no incluido) que proporciona más versatilidad todavía, como es fijar las horas de los ciclos de encendido/apagado. Incluso algunos LED también permitirán ajustar sus longitudes de onda y espectros de luz según sea necesario. Todas estas son características de las que podrías prescindir, pero desde luego mejoran enormemente tu experiencia de cultivo.

10- Calcula los costes y piensa en LED como una inversión a largo plazo

Nuestro último consejo para seleccionar las mejores luces LED para cultivo de cannabis es considerar siempre los costes de su vida útil antes de adquirir cualquier equipo. Si bien las lámparas HID suelen ser más baratas que las LED, a la larga terminan siendo más caras, ya que la iluminación HID aumenta los costes de energía, además de necesitar elementos accesorios como balastros o reflectores. También suelen necesitar más espacio y ventilación adicional porque producen mucho calor. En pocas palabras, a largo plazo es mejor invertir en luces de cultivo LED de calidad.

Sin embargo, esto no significa que tengas que gastarte una fortuna. La tecnología LED de espectro completo ha avanzado drásticamente en los últimos años y ahora es posible encontrar luces de cultivo asequibles y de primer nivel. Afortunadamente, en la división de sistemas LED de Pure Factory hemos hecho que sea aún más fácil obtener la luz LED óptima para tu inversión, ofreciéndote la mejor relación calidad/precio que puedas encontrar en el mercado.

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